Ponemos rumbo hacia Ítaca, con una gran victoria de una dura y extensa guerra de 10 años, nos encontramos en alta mar y para llegar a nuestro querido hogar nos quedan aproximadamente dos o tres días.
Mientras en el barco se dedican a celebrar la victoria, yo solo puedo pensar en mi mujer y mi hijo; qué triste recuerdo el pensar que mi mujer podría estar en los brazos de otro hombre...Ahora mismo solo deseo verlos, en recompensar el tiempo perdido que no he estado junto a ellos, y consigo celebrar la victoria.
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